Moverse al aire libre, respirar a pleno pulmón aire limpio, contemplar paisajes únicos que pueden sorprenderte y maravillarte. Caminar libremente donde el espacio no es un problema, donde puedes reencontrar esa relación con la naturaleza que habÃas olvidado. Relacionarse con un tiempo que avanza más despacio, que te permite recuperar los valores más Ãntimos de la vida. Vivir los colores y aromas de las estaciones que las generaciones humanas han transformado en tradiciones. Ir donde la tierra se acerca al cielo para sublimar tus sentimientos. La montaña es todo esto, asà son los Dolomitas, donde la naturaleza nos ha hecho uno de los regalos más bellos.
